Cantón de Aserrí
Una serie de acontecimientos presentados a lo largo del siglo XIX culminaron con la elección del cantón de Aserrí, sexto de la provincia de San José, el 27 de noviembre de 1882.
El 4 de noviembre de 1825, Aserrí recoge el título de pueblo y pasa a formar parte deI distrito de San José, al dividirse el Estado en los departamentos Oriental y Occidental. En 1841, Aserrí forma parte del Barrio Alajuelita.
El 4 de noviembre de 1862, al crearse el cantón de Desamparados, Aserrí fue separado de San José y se convierte en el distrito tercero del nuevo Cantón. Es oportuno mencionar que, al ser Desamparados una población de origen reciente (siglo XVIII), Curridabat absorbió a Aserrí que era población de mayor antigüedad. Esto originó disgustos, por ello, Curridabat se anexó a San José en 1871 y Aserrí se separó en 1882 al convertirse en cantón.
El decreto mediante el cual se crea el cantón dicta: “Artículo 1 0 Erígese en Cantón, al Distrito de Aserrí y concedese al pueblo del mismo nombre, que será la cabecera el título de Villa.”
El 10 de Agosto de 1920, se concedió a la Villa de Aserrí el título de Ciudad mediante el decreto promulgado en esa fecha.
Himno del Cantón de Aserrí
Letra y música: Profesor Urbino Barboza Castro
Himno del Cantón de Aserrí
Letra y música: Profesor Urbino Barboza Castro
Aserrí, como un faro gigante
en la altura encendió su fanal bis
impulsado con ansia constante
de perderse en lo azul que es ideal. bis
Y esa luz que irradia de lo alto
es emblema de gloria inmortal,
es amor a la patria al trabajo,
al progreso y a la libertad.
Hoy cantemos con todo entusiasmo
a esta tierra feraz de Aserrí
y hagamos un voto ferviente
por hacerla brillar más y más.
Trabajando con cariño en el campo
donde quiera nos lleve el afán,
como hijos altivos y nobles
con su esfuerzo y amor lucharan.
Escucha nuestro himno
Historia
Son pocas las referencias que hace la historia acerca de la formación y desarrollo de Aserrí. Ya que Aserrí es uno de los pueblos más antiguos de Costa Rica, junto a Curridbat y Nicoya.
Asentado sobre la falda norte de los cerros de Candelaria, se encuentra un centenario pueblo: Aserrí, Su nombre tiene origen en el legendario Cacique Aceserí, quien también recibe otras denominaciones Aquesarí,Asrrie, Azerris, Asherie, Aquecerrí.
En 1561 el caserío indígena que llevó el nombre de su cacique Acserrí, es conocido por el Licenciado Juan Cavallón, conquistador español.
En enero de 1563, Juan.Vásquez de Coronado, Gobernador de Costa Rica, de paso hacia Quepos estuvo en Aserrí y sometió al cacique, sin resistencia. Vásquez de Coronado ensayó por primera vez una manera de atraerse a los caciques, y para ello los invitó a que lo visitasen en Garcimuñóz. Al principio temieron ser engañados. Solo Accerrí tuvo el valor de acudir a la cita. El Conquistador lo trató bien, le hizo regalos por valor de 200 pesos. Convencidos los demás de las buenas intenciones del jefe español decidieron visitarlo y prestarle obediencia. Vásquez de Coronado tenía deseos de ir a Suerre porque la creía tierra rica, abundante en oro. Entonces visitó a los caciques de Coororivá y Toyopán. Estos le recibieron con bailes y grandes fiestas.
Vásquez Coronado regresó a Garcimuñoz donde se hizo los preparativos para ir al sur del país en tres jornadas estuvo en Accerrí. El Cacique de este lugar no pudo tener listos los cuatrocientos indios cargadores que le había ofrecido al Alcalde Mayor con oportunidad de la visita que este le hiciera. Vásquez enojado, pues creía que este lo engañaba, lo amenazó; pero poco tiempo después se dio cuenta de que era imposible que hubiera tantos indios cargadores en Accerrí. Con la ayuda del cacique siguió rumbo al Real de Candelaria, tres leguas al sur por la cumbre de la Cordillera para someter al Cacique Turarco súbdito del de Aserrí.
En 1569 se habla de un cacique principal de Agecerrí, y de sus tributarios Tiribí, Churraca, Caribarí, Tiribarí. Por este tiempo se estima la población indígena en mil personas, doscientos se dan en encomienda a Perafán y el resto a González Baltazar Perafán y el resto a González Baltazar.
El obispo Thiel encuentra el cálculo exagerado. Otros hablan de ocho encomiendas en 1583, y en 250 indios en el pueblo de Aserrí con Curridabat.
La iglesia se edificó por los años de 1575 y es más tarde reconstruida. Esta establecida la Cofradía de la Vera Cruz en cuyo favor el capitán Alonso Bonilla impuso un censo en 1989. La de Aserrí es la segunda parroquia después de la de Cartago, en donde se guardó el Santísimo Sacramento traído por un misionero Franciscano.
En 1699 cuenta con 29 familias; en 1701 trece indios tributarios y 90 medio tributarios. En 1709 ya existen 125 habitantes, en 1713 hay 40 casas, y en 1742, 51 casas.
El Obispo de Nicaragua, Pedro Agustín Morel describe así la población de Aserrí en 1751: Dista de tres leguas de Curridabat hacia el sudeste, tiene su situación en un alto limpio y divertido, iglesia, sacristía, oficina para doctrinero, cabildo, tres casas de tejas, 23 pajisas, y 4 calles. Hay un Alcalde Mayor, dos Regidores y un Fiscal.
El primer cementerio estuvo ubicado en las propiedades que están frente a la escuela actual.Es sabido que la parte central ocupada por los indígenas es el lugar hoy conocido por Alfonso XIII. Años más tarde, al comienzo de la establecida República, aparece como tributario en lo civil, fiscal y político de Curridabat.
Aserrí estuvo desde muchos años habitado por gentes blancas, llegadas de Cartago, capital de la provincia de Costa Rica en tiempos de la Conquista. No existen indios puros en Aserrí, pero sí algunos mestizos, sobre todo en los distritos y caseríos más apartados del centro de la población. De un informe especial de hace 268 años se toma el siguiente párrafo: “Conforme aumenta la población colonizadora, el indígena aserriceño desaparece. Apenas quedan 10 familias con 56 personas.
Hasta 1850 Aserrí se gobernó por sí solo administrativamente, por decreto del 4 de noviembre de 1854. la administración de los fondos pasó a los comunes de Curridabat, distrito de San José. Una vez que Desamparados obtuvo el cantonado, Aserrí formaba parte de su jurisdicción. Esto es una causa de profundas diferencias políticas entre ambos pueblos, que dieron lugar a serias dificultades.
Del progreso de Aserrí no se ocupan las autoridades Desamparadeñas, por toda obra realizada por el Jefe Político de entonces; David Romero, se construye un trecho de 50 Varas de calle. No tiene Aserrí en ese tiempo ni siquiera casa de enseñanza; la primera escuela es construida en una casa de adobes, donada por el vecino, don Luis Zamora, y de esa propiedad no se da título por negativa de la Municipalidad de Desamparados, que alegó el costo de la escritura.
En 1874, visitó Aserrí el Gobernador de San José, don José Francisco Villafranca y el vecindario le pide la emancipación política del cantón. El Gobernador ofrece informar al Gobierno Central favorablemente.
Los habitantes se han caracterizado por resueltos y valientes. Recuérdese que en los acontecimientos políticos de 1887, (presidencia del Dr. Durán) un numeroso grupo de aserriceños marchó armados hacia la capital. En la guerra contra el invasor ( 56-57 ), uno de los pueblos que contribuyo con mayor contingente de hombres es el de Aserrí
La piedra de Aserrí, es una formación rocosa de más de 100 metros de altura, ubicada en el cantón de Aserrí, en la provincia de San José, Costa Rica, específicamente en los cerros de Bustamante (latitud: 09°51’41.18″ norte y 84° 6’15.14″ oeste) y que colindan con los cerros de Alajuelita y Escazú.
Es una formación rocosa de más de 100 metros de altura. Para llegar hasta esta, se tiene que subir por el barrio de Cinco Esquinas hasta el barrio de las Mercedes y caminar entre 30 y 45 minutos montaña arriba por un sendero en medio de cafetales y campos destinados a la agricultura.
Sobre ella puede apreciarse una estupenda vista de todo el valle central de San José; incluyendo los volcanes Irazú en Cartago y el Poás y el Barva en Alajuela y Heredia respectivamente.
Fue declarada Patrimonio Cultural Nacional por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud, según lo publicado en el Diario Oficial La Gaceta número: 238, del 11 de diciembre de 1992.
La Piedra de Aserrí está asociada también a la leyenda de la Bruja Zárate, pues en sus laderas yace una cueva donde supuestamente vivió la bruja, incluso en su parte frontal se aprecia una especie de puerta que según dice la leyenda la bruja abre al ser medianoche. Aunque popularmente se cree que dicha cueva se conecta por túneles con el cantón de Escazú (el otro sitio donde es famosa la leyenda de la bruja Zárate), en realidad no existen estudios geológicos que lo confirmen.
En la actualidad, La Piedra de Aserrí es un escenario para la práctica de deportes extremos, pues muchas personas practican allí la escalada y el descenso de rocas. Además, La Piedra de Aserrí ha sido un lugar de reunión de amigos y de paseos familiares pues para las fechas festivas es común ver grupos de amigos o familiares ponerse en camino a la misma con su mochila de comida al hombro. La Piedra tiene también una cruz de metal que se divisa desde barrios más céntricos como lo son 5 Esquinas, las Mercedes, y el mismo centro de Aserrí.
A través del paso del tiempo la Piedra de Aserrí ha sido un mudo testigo de los cambios que ha sufrido el cantón de Aserrí; así como de los distintos cambios generacionales que han sucumbido ante su imponente presencia. La Piedra de Aserrí, es y será punto de referencia de la cultura y el folklore del cantón Aserriceño.
La Piedra de Aserrí
La bruja Zárate
Según cuenta la tradición, Ña Zárate, mamá Zárate, también conocida como la bruja Zárate, era una mujer de ascendencia aborigen, de carácter firme y muy bondadosa, que se dedicaba a sanar por medio de hierbas, plantas y amuletos que recolectaba en las montañas aserriceñas y que iba a vender a la Plaza o Parque Central de San José, recorrido que realizaba a pie.
Físicamente se le describe como una mujer de estatura pequeña y contextura gruesa, de tez morena, ojos negros y larga cabellera acomodada en dos trenzas. Normalmente vestía con blusa blanca y enagua oscura y que gustaba de utilizar un sombrero de paja. Además, era aficionada a fumar tabaco.
Es importante recalcar que un personaje real, de cuya última información se tienen registros en el año 1893, cuando fue apresada y posteriormente clandestinamente liberada por un agente Romero, cuya esposa había sido sanada por la hierbera.
Luego de este acontecimiento se le persiguió hasta Aserrí, donde abandonó su hogar y surgió la leyenda de que se había ido a habitar a la gruta de la piedra de Aserrí.
Con el pasar del tiempo se le ligó a la leyenda de la piedra de Aserrí, la cual encantó en venganza al despecho del español Pérez Colma y a los milagros que realizó a quienes acudían a ella por ayuda, el más famoso, Diógenes Olmedo a quien obsequió toronjas y limones, que posteriormente se convirtieron en piedras preciosa y monedas de oro.
Bibliografía
Zeledón E., Leyendas costarricenses, 2005, Editorial Universidad Nacional, 2005.
Palacio Municipal, Andrés Corrales Mora Reseña Histórica
Bajo la tercera Administración del presidente de la República, don Ricardo Jiménez Oreamuno (1932-1936), y gracias a la gestión del Sr. Andrés Corrales Mora, jefe Político de ese entonces, se construyó al costado sur del Parque Central de Aserrí, el Palacio Municipal, con una inversión de ¢80.510,84.
Es obra del celebrado Arquitecto José María Barrantes Monge, autor de inmuebles emblemáticos, entre las cuales se pueden resaltar: la Escuela Juan Rafael Mora ubicada en el Paseo Colón, la Iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús, el Banco Nacional, el antiguo Aeropuerto de la Sabana (actual Museo de Arte Costarricense), la antigua Casa Presidencial (actual Asamblea Legislativa), la Iglesia del Carmen en Cartago (actual Catedral), el antiguo Hospital del Niño y la Mujer (actual Hospital Calderón Guardia) y la Iglesia la Dolorosa, entre otras.
La edificación responde al estilo Art Decó, cuya influencia fue patente a comienzos del siglo XX y la técnica de construcción utilizada fue de cemento armado.
Es importante destacar, que cuando esta obra fue levantada, Aserrí no era más que una calle central rodeada de potreros, en donde resaltaban una que otra casa, el Parque y otra joya arquitectónica: el Templo Parroquial, dedicado a San Luis Obispo de Tolosa, por lo cual, se puede afirmar que la imponencia de estas dos grandes obras, para una comunidad tan humilde, es solamente comparable con la construcción del Teatro Nacional, en una joven ciudad de San José en el año 1897.
Con el paso de los años, el 15 de septiembre de 1979, nuestro hermoso Palacio Municipal, fue bautizado con el nombre Andrés Corrales Mora, en reconocimiento a la labor de este aserriceño con la comunidad, para posteriormente, en el año 1992, mediante el Decreto Ejecutivo 21 706-C, publicado en La Gaceta 238 del 11 de diciembre, se le designó como Patrimonio Arquitectónico Nacional.
Si9n embargo, el paso del tiempo y la humedad no perdonaron al inmueble y a pesar de algunos esfuerzos para realizar reparaciones y que en su estructura no presentaba daños importantes, su deterioro fue evidente, sobre todo en lo concerniente a los elementos de madera.
Con el fin de restaurarlo, se decidió participar en el certamen “Salvemos nuestro Patrimonio Histórico Cultural” del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud. Para esto, el Sr. Alonso Murillo, Gestor Cultural en ese entonces, contactó a la Arquitecta María Gabriela Jiménez Jara, especialista en conservación patrimonial, para que de manera “ad honorem” evaluara y diseñara una propuesta de intervención, que además replantearía a mediano plazo, su uso, para fines artístico- culturales. La propuesta fue la ganadora en la edición del 20112, de dicho concurso.
El día 30 de julio del año 2013, iniciaron las obras a cargo de la empresa Recubrimientos y Construcciones, S.A. (REYCO) y entre los trabajos que se realizaron se pueden citar: cubiertas, cielos de madera, paredes, pisos de madera, mosaico, puertas y ventanas, divisiones internas, servicios sanitarios, patio interno, acceso según ley 7600, barandas de hierro e instalación eléctrica.
El monto de la obra superó los 100 millones de colones y fue financiado en su totalidad con el presupuesto del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.
Para el pueblo Aserriceño es una bendición que este emblemático edificio, continúe siendo un digno ícono de un Cantón, que lucha por conservar sus tradiciones, sin olvidarse del progreso y que posee un papel de importancia en la historia costarricense.